Cupcake de Lush

¡¡Hola!!

¿Qué tal las lluvias? El otro día me pilló una en el coche que no sabía si aprovechar para sacar el jabón y lavar el coche... ¡menuda tromba de agua! Es lo que tiene el mes de Octubre, que llueve. Por suerte por mi zona no hace frío, y aun se puede ir en manga corta a ciertas horas.

Pero bueno, ¡vayamos al lío!

Ah, lo siento mucho, pero hoy os haré un spoiler de mi post de mis regalos de cumple, pero es que aún no los tengo todos y me estoy esperando (a este paso lo haré en Noviembre), y este se caduca y he tenido que empezarlo. He decidido que si no lo contaba hoy, ya sólo me quedaría el bote para enseñar.

Mi amiga Deborah me regaló una mascarilla facial fresca de Lush, precisamente la que más me apetecía probar (cómo me conoce jaja).

 ¿Queréis saber cuál ha sido mi opinión?

¿De qué se trata?

Es una mascarilla facial de chocolate (que no se come, antes de que preguntéis) especialmente indicada para pieles con tendencia acneica. Si no tienes este tipo de piel, no te preocupes, puesto que también es una mascarilla que ayuda a limpiar en profundidad, gracias al barro Rhassoul, y además es un producto antiséptico y bactericida.

También contiene aceite esencial de menta y hierbabuena, infusión de linaza y aceite de sándalo, que suavizan la piel.

¡Ah! Y huele estupendamente bien, a crema de chocolate, es un olor totalmente adictivo. La textura es como de Nutella un poco más líquida.

¿Cómo se aplica?

No tiene mucho misterio, la aplicaremos masajeando sobre todo el rostro (excepto contorno de ojos y labios) y la dejamos actuar unos 5-10 minutos. Sabréis que ya está porque se ha secado. 

Una vez seca, eliminamos el grueso con un pequeño masaje y terminamos mojando la cara con agua tibia. Yo lo dejo ahí, pero recomiendan usar crema hidratante a posteriori. A mi me gusta dejar la piel un ratillo "al aire", ¿a vosotras?

Se puede usar de 1 a 3 veces por semana (yo la uso dos), aunque tampoco creo que pase nada si lo usas más (consejo sin fundamento, ojo).

Mi opinión

Es mi primera mascarilla fresca de Lush, y me ha sorprendido el hecho de que se tenga que almacenar en la nevera. Pero es algo que se agradece, al aplicarla en la piel es muy agradable por estar fresquita (igual en invierno no opino igual, pero hoy por hoy, estoy encantada).

Al retirarla, me quedó una sensación de una piel super finita, como el culito de un bebé que se dice comúnmente. Todavía es pronto para saber si me ayuda con los granitos de mi "piel adolescente", ya os lo contaré cuando la termine.

¡Aviso! El olor da hambre, así que si lo hacéis antes de cenar como hago yo es un peligro (estoy planteando hacerlo a otra hora).

Otro consejo, no os la apliquéis con invitados en casa o podéis causar una imagen un tanto "graciosa" (no os digo las risas que se pegó mi novio el primer día).

En resumen, os la recomiendo 100% a todas, y estoy segura que me compraré otra cuando se me acabe esta!

¿Habéis probado alguna de las mascarillas frescas de Lush? ¿Os han gustado?